Comunidad indígena Se’inup’ es víctima del desalojo extrajudicial y violento por, personas armadas, en el Chal Petén.
El viernes 30 de septiembre, más de 150 personas desconocidas y armadas, ingresaron a la comunidad Se’inup’, en el municipio del Chal, Petén, según relatos de pobladores, como a media noche escucharon disparos al aire y tuvieron que huir de sus hogares para evitar la violencia y agresión; quemaron sus casas, animales domésticos, cosecha de maíz, útiles escolares, documentos personales, dinero en efectivo, indispensables para los habitantes.
Se’inup’ es una comunidad que en idioma maya Q’eqchí´ significa “Ceiba”, fue habitada por alrededor de 56 familias campesinas e indígenas provenientes de diferentes lugares de Petén.
En el año 2018, personas campesinas e indígenas, en busca de tierras para trabajar la agricultura y sostener sus familias, encontraron en ese lugar una esperanza donde labrar su futuro, según uno de los campesinos, Mauricio Ramiro; indicó a este medio, que la falta de empleo los obligó a mudarse para esa finca junto a sus hijos “yo soy graduado de bachillerato y mi esposa es de profesión maestra de educación primaria y nunca hemos encontrado empleo, por esa razón nos venimos a esta comunidad a trabajar, hay muchas personas que se ven obligadas a emigrar a los Estado Unidos, nosotros solo queremos trabajar aquí, estar en paz”. Indicó el entrevistado.
Según versión de los habitantes de Se’inup’, se trata de una finca con alrededor de 16 caballerías de extensión territorial, 10 de estas las destinan a cultivo y vivienda, 6 caballerías para conservación de bosque y reserva, están ubicadas aproximadamente a 180 kilómetros del área central del municipio de el Chal.
Los habitantes investigaron sobre el estado legal de la finca y en la información obtenida, evidencia que es propiedad de la nación, según ellos, con esa versión iniciaron un proceso de adjudicación con las instituciones como El Fondo de Tierras -FONTIERRAS- y entidades Estatales.
Sin embargo en la publicación del medio digital, Prensa Comunitaria, indican que ellos entrevistaron al abogado Juan Carlos Pelaez, quien está llevando el caso de esta finca, se especula que hay una empresa interesada en la legalización de esta finca, aparentemente con inscripción anómala, denominada San Agustín, a pesar que no cuenta con certeza jurídica, ésta empresa emitió una denuncia para desalojar la comunidad y el 02 de noviembre del año 2021, hubo un intento de desalojo, donde quemaron ocho viviendas de los campesino, según uno de los habitantes “hay personas mal intencionadas, que nos quieren quitar la finca, son empresarios que quieren desalojarnos”.
¿Cómo sucedieron los hechos?
El viernes 30 de septiembre los habitantes de Se’inup’, se preparaban para celebrar el día del niño; que se celebra el 01 de octubre todos los años en Guatemala, “hasta los juguetes que les iba a regalar a mis hijos se quemaron, no nos dio tiempo de sacar nada” indicó entre lágrimas uno de los afectados, además informó que a eso de las 9 de la noche llegaron al rededor de 150 personas, con gorros pasamontañas y armas de grueso calibre, empezaron a disparar al aire, lo que alarmó a las personas y corrieron a esconderse en los matorrales junto con sus familias, fueron testigos como sus casas prendieron fuego, sus animales domésticos fueron cortados del cuello y otros quemados vivos, también hubo disparos directo a los animales, motocicletas y un señor que resultó herido de bala.
Se’inup’ está alejado del área urbana, con poca señal telefónica, la única comunidad más cercana es Santa Amelia, lugar donde los niños de Se’inup’ estudian, un campesino entrevistado comentó, que los delincuentes se llevaran un aproximado de tres horas en quemar al rededor de 51 casas de lo habitantes; una de las campesinas entrevistadas lamentó la cruel delincuencia de la que fueron víctimas y entre lágrimas y agobio expresó, “me acabo de quedar sin hogar, ya no tengo casa, ya no tengo ropa, quemaron nuestro maíz, nuestra mazorca, nuestro frijol que teníamos en la casa, me duele mucho lo que nos hicieron estos delincuente, estamos muy tristes, estoy muy triste porque me dejaron sin nada, no tengo con que sustentarme, no puedo decir que voy a ir a mi casa, porque ya no tengo y me duele mucho”.
Uno de los campesinos resultó herido de bala, su esposa, cuyo nombre se omite, indicó entre lágrimas y sollozos, “Es muy doloroso lo que me está pasando, mi esposo está muy grave, me siento triste y me duele mucho lo que nos hacen estas personas, esta tierra no les pertenece, solo lo están haciendo por dinero, nosotros estamos aquí, solo para cultivar nuestros alimentos, porque nuestra comunidad vive en pobreza, me duele mucho porque es la segunda vez que me queman la casa, me he quedado sin ropa, mis hijos se han quedado sin nada y mi esposo está internado en el hospital”, los campesinos exigen al Estado de Guatemala y al Ministerio Público que se investigue los hechos y que las instituciones se comprometan con solucionar la situación agriaría en el departamento petenero; pues no es la primer vez que familias campesinas e indígenas, sufren violaciones a sus derechos humanos, despojos, desalojos forzados y violentos, además piden que el Estado pueda garantizarles techo, alimentación y que la sociedad se pueda solidarizar con vestuario e indumentaria indígena para las mujeres, por ahora es lo más urgente.
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